En un sector como la restauración, donde el servicio y la experiencia del cliente son la clave para diferenciarse, contar con un equipo comprometido es una necesidad. Así lo sabe muy bien Can Ribot, un restaurante familiar en Girona con más de 25 años de historia que, año tras año, ha convertido la cocina catalana tradicional en un reclamo para locales y visitantes.
Pero el éxito también trae consigo retos. El crecimiento constante del turismo y los picos de trabajo durante la temporada alta ponían a prueba su capacidad de respuesta. Encontrar perfiles con experiencia y ganas de sumarse a un proyecto familiar, aunque fuera de manera temporal, era una de sus principales preocupaciones.
Con este reto sobre la mesa, en Quality Temporal entendimos que hacía falta algo más que una simple selección de personal: se requería un acompañamiento estratégico y cercano.
El reto: cubrir los picos sin perder la identidad
La hostelería tiene una particularidad: cada negocio es único. En el caso de Can Ribot, el desafío no era solo encontrar camareros o cocineros, sino incorporar profesionales capaces de mantener la calidez y la calidad que definen el restaurante.
Sus necesidades eran claras:
- Mantener un servicio excelente, incluso en el momento más exigente del verano.
- Delegar la selección de manera total, pero sin perder el control sobre el tipo de perfiles contratados.
- Contar con un equipo preparado para rendir desde el primer día.
La solución: trabajo temporal con ADN familiar
Como empresa también familiar, en Quality conectamos desde el primer momento con el proyecto de Can Ribot. Sabíamos que el factor humano sería decisivo. Por eso, aplicamos un proceso de selección personalizado:
- Escuchar y entender la cultura de la empresa y las particularidades de su servicio.
- Definir con detalle el perfil idóneo para cada puesto, tanto a nivel de experiencia como de actitud.
- Acompañar todo el proceso de incorporación con un seguimiento cercano que garantizara el encaje perfecto.
Los resultados: un servicio sin fisuras y clientes satisfechos
La colaboración permitió a Can Ribot cubrir toda la temporada alta con personal cualificado y comprometido, manteniendo la calidad de siempre.
Además, la experiencia consolidó una relación de confianza que hoy es un apoyo estratégico para su crecimiento.
¿Qué marcó la diferencia?
- Un proceso de selección riguroso pero humano.
- La capacidad de asesorar con conocimiento del mercado local.
- Un seguimiento continuo que garantizó el éxito.
Para nosotros, no hay empresa pequeña. Hay proyectos únicos que merecen soluciones a medida.