8 de marzo de 2024 23
La entrada en vigor de la Reforma Laboral en 2022 significó una serie de cambios en la manera de entender la contratación y, sobre todo, en la manera de entender el trabajo temporal.
De hecho, el objetivo principal de la reforma laboral era reducir la precariedad y la temporalidad dando fuerza a los contratos fijos discontinuos y eliminando los contratos temporales, tal y como los entendíamos hasta entonces.
Y, en efecto, según una noticia de La Razón, en el primer semestre del año pasado los contratos de carácter fijos discontinuos y a tiempo parcial superaron en número a los contratos fijos. Unos datos que no son de extrañar, teniendo en cuenta la naturaleza de la reforma.
En el post de hoy queremos hablar de las diferencias entre los contratos fijos y los fijos discontinuos, para arrojar un poco de luz a la incertidumbre de cuál usar y ver las ventajas y desventajas de cada uno.
Al final, elegir bien el tipo de contrato puede suponer una gran diferencia en términos de eficiencia operativa y sostenibilidad financiera para las empresas.
Contratos fijos: estabilidad laboral y compromiso a largo plazo
Como ya sabrás, los contratos fijos son una forma de empleo que se caracteriza por su duración indefinida, incluyendo, o no, un periodo de prueba en el mismo. Cuando se hace este tipo de contrato, se hace con la expectativa de que el/la trabajador/a mantenga su empleo de manera continua, siempre y cuando ambas partes cumplan con las condiciones que se hayan acordado.
Por supuesto, es la modalidad que ofrece mayor estabilidad. Y también puede beneficiar tanto a trabajadores/as como a las empresas. Veamoslas, a continuación.
Ventajas de los contratos fijos para las empresas
● Mayor productividad: la estabilidad laboral se suele traducir en una mayor productividad, ya que la incertidumbre asociada a la búsqueda de empleo desaparece. Además, hablamos de trabajadores/as que pueden llegar a trabajar durante largos periodos en su puesto, mejorando procesos y habilidades.
● Lealtad y compromiso: las personas con contratos fijos suelen tener un mayor sentimiento de pertenencia y, en consecuencia, un mayor compromiso con la empresa, ya que tienen la seguridad de empleo a largo plazo.
● Reducción de costes de selección y formación: al fidelizar a los/las empleados/as a largo plazo, las empresas pueden reducir los costes, tanto de tiempo como económicos, asociados a los procesos de selección y de formación de nuevos trabajadores/as.
Desventajas de los contratos fijos para las empresas
● Rigidez laboral: en momentos de necesidad de adaptarse a cambios en la demanda o de reestructuraciones internas, la estabilidad que proporcionan los contratos fijos puede convertirse en rigidez.
● Altos costes en caso de despidos: todos sabemos que despedir a un trabajador/a con contrato fijo puede resultar en unos costes significativos para las empresas.
Contratos fijos discontinuos: flexibilidad en la contratación
Por otro lado, los contratos fijos discontinuos son una opción diseñada para situaciones en las que la demanda laboral es estacional o intermitente. Este tipo de contrato permite a las empresas ajustar sus niveles de empleo según las necesidades del negocio, garantizando al mismo tiempo ciertos beneficios a los empleados.
Además, con los contratos fijos discontinuos, un trabajador/a puede pasar a ser un empleado indefinido de la ETT, pero pudiendo ser cedido a distintas empresas. Lo cual es una gran ventaja para los/las trabajadores/as.
Ventajas de los contratos fijos discontinuos para las empresas
● Flexibilidad: las empresas pueden ajustar fácilmente su fuerza laboral de acuerdo con las variaciones estacionales o de producción y adaptarse a la incertidumbre del mercado.
● Mayor eficiencia y reducción de costes: ya que no necesitan aumentar el tamaño de la plantilla y pueden reducir los costes en periodos de baja demanda o inactividad.
● La garantía legal: ya que es la misma que aporta un contrato indefinido. De esta manera, se evitan posibles demandas por contratación fraudulenta, así como posibles multas administrativas.
Desventajas de los contratos fijos discontinuos para las empresas
● Posible rotación de personal: la falta de estabilidad puede llevar a una mayor rotación de personal, lo que podría afectar a la calidad y la continuidad de la producción.
● Cierta incertidumbre para los/las trabajadores/as: pueden experimentar mayor incertidumbre debido a la naturaleza intermitente de su empleo.
¿Entonces, cuándo usar cada tipo de contrato?
Resumiendo todo lo que hemos visto en este artículo, podemos establecer las condiciones ideales para cada tipo de contrato.
Por un lado, los contratos fijos serán ideales para roles permanentes y estables, como pueden ser posiciones de liderazgo, especialistas técnicos y para funciones críticas dentro de la empresa.
Por otro lado, los contratos fijos discontinuos serán apropiados para situaciones donde la demanda laboral varía, como puede ser en el sector de la hostelería o la agricultura. Es decir, para aquellos empleos de carácter estacional.
En definitiva, la elección entre contratos fijos y contratos fijos-discontinuos dependerá de la naturaleza del negocio, la estabilidad de la demanda laboral y las preferencias tanto de la empresa como de los empleados. Ambos tipos de contratos ofrecen beneficios y desafíos únicos, y la clave está en encontrar el equilibrio que mejor se adapte a las necesidades y objetivos específicos de cada organización.
Si tienes dudas sobre qué contrato es el ideal según tus necesidades, no dudes en contactarnos para que te asesoremos en el proceso y te ayudemos a encontrar las mejores soluciones para tu negocio.