18 de enero de 2019 150
El primer día de trabajo siempre es complicado.
Da igual el puesto que ocupemos y cuáles sean nuestras responsabilidades: esas primeras horas suelen estar protagonizadas por los nervios y el temor a enfrentarnos a nuestros nuevos jefes y compañeros, y a no causar una buena impresión.
Es más, según un informe publicado en 2013, más del 60% de las personas temen más al primer día de trabajo que a la entrevista personal para conseguirlo.
Aún así, prácticamente todo el mundo supera este primer día sin problemas, aunque no todos lo hacen con el mismo “éxito”.
En este artículo queremos darte cinco consejos para que salgas reforzado de tu primer día de trabajo.
Pero antes, nos gustaría incidir en algunas cuestiones claves a la hora de tomar posesión de tu nuevo puesto.
Antes de empezar el día…
Una vez superado el proceso de selección, es muy posible que no te incorpores a tu nueva empresa de manera inmediata.
Un consejo es que, durante este tiempo de “transición”, intentes establecer un primer contacto con tu nuevo superior por mail o visitando tu nueva oficina.
Este es un buen momento para conocer a tus compañeros de una manera más informal, para mostrar tu disposición al trabajo en equipo y para ofrecer una primera imagen cercana y positiva.
Después, ya en tu primer día de trabajo “real”, es importante que intentes mostrarte tranquilo. Debes acudir a tu cita puntual (algo fundamental para causar una buena primera impresión, así que intenta descansar lo suficiente la noche anterior) y vestido de manera acorde a como lo hagan el resto de tus compañeros.
Esa primera toma de contacto de la que hemos hablado anteriormente puede darte algunas “pistas” y ser de gran utilidad para no desentonar ni llamar la atención con tu vestimenta.
Por último, te recomendamos que acudas a tu entrevista bien informado sobre las novedades que hayan podido suceder en la organización. De esta forma te resultará más fácil ponerte al día e integrarte en las conversaciones con tus compañeros.
Actitud positiva, confianza y proactividad: las claves para afrontar tu primer día de trabajo
¿Cómo debo comportarte una vez instalado?
¿Cuál debe ser mi actitud?
¿Debo presentarme “oficialmente” a todos mi compañeros?
¿Conviene que tome el café con ellos?
¿Es el momento indicado para hacer preguntas?
Estos aspectos pueden parecer pequeños detalles sin importancia, pero saber cuál es la forma más conveniente de actuar en cada caso puede ayudarte a superar tu primer día de trabajo con éxito.
Nuestras claves para conseguirlo, y en las que encontrarás las respuestas a todas estas cuestiones, son:
Muéstrate seguro, tranquilo y firme
Durante tu primer día intenta mostrar tu confianza y transmitírsela a los demás.
Si tus compañeros perciben que tienes confianza en ti mismo y en tu trabajo, es más fácil que valoren tus capacidades para asumir las responsabilidades de tu nuevo puesto de trabajo.
Ten preparada una “presentación” personal
Es fácil que durante tu primer día de trabajo tus nuevos compañeros quieran saber cosas sobre ti, muchas de ellas relacionadas con tu experiencia laboral y otras de carácter más personal (dónde vives, cuál fue tu anterior trabajo, si tienes experiencia en el sector, cuál es tu formación, etc.)
Como profesionales, te recomendamos que prepares un “discurso” de ascensor, es decir, que tengas prevista una respuesta para todas estas preguntas breve y concisa.
Pregunta, escucha y aprende
Durante los primeros días en un nuevo trabajo es normal tener dudas sobre los métodos y procedimientos de la organización, e incluso sobre cuáles son tus responsabilidades en el día a día.
Sin duda, el momento para preguntar es éste, pues es fácil que tu jefe o superior se encuentre más receptivo durante este período de adaptación.
De la misma forma, durante tu primer día de trabajo es especialmente importante que te muestres dispuesto a aprender: te enfrentarás a información nueva, que debes procesar en poco tiempo, así que prioriza escuchar y aprender antes que preguntar y participar.
Proactivo desde el minuto uno
La proactividad es la capacidad de atender a situaciones o tareas que precisan de ser controladas.
En el ámbito laboral, esto es sinónimo de gestión responsable y alta capacidad de respuesta. Por eso, las empresas analizan cada vez más la proactividad de sus empleados, ya que los convierte en “valores” para la organización.
¿Cómo puedes transmitir esta capacidad en tu primer día de trabajo?
Muestra tus ganas de trabajar, tu intención de aportar nuevas ideas, tu ilusión por empezar a coordinarte con tus compañeros y tu propósito de alcanzar buenos resultados de manera conjunta.
Sonrisa activa y actitud positiva
Mostrar una actitud positiva y activa es crucial para ganarte la confianza de tus compañeros de trabajo y para tomar el control de la situación.
Así que no tengas miedo a sonreír y a esbozar una sonrisa. Este gesto puede decir mucho de ti y convertirse en un gran aliado durante tu primer día de trabajo.
Siguiendo estos cinco consejos, es fácil que superes tu primer día de trabajo con éxito. Eso sí, antes de irte, pregunta si ya está todo terminado o si alguien necesita tu ayuda, y despídete cordialmente.
Esa será la guinda perfecta para causar una buena impresión en tus compañeros y superiores.