29 de enero de 2019 141
Aunque los tiempos cambien y aunque nos encontremos en un entorno cada vez más tecnológico e interactivo, el currículum vitae sigue siendo una herramienta fundamental a la hora de encontrar trabajo. Saber cómo redactar un currículum no se basa únicamente en una cuestión estética.
Independientemente de que a veces nos centremos más en qué foto poner, qué colores elegir o qué tipo de letra utilizar, al final el currículum es un documento informativo, así que lo más importante siempre será el fondo, el contenido, sin dejar nunca de lado la apariencia, el continente.
Si tienes esto claro, es fácil que ahora te surjan preguntas sobre cómo debes redactar un currículum, qué palabras debes utilizar, qué tipo de expresiones debes incluir o cuáles no y, en definitiva, qué lenguaje es mejor emplear en cada caso.
Algunas de estas preguntas son:
- ¿Debo utilizar siempre un lenguaje elevado y culto?
- ¿Puedo usar palabras coloquiales para presentarme de una forma más cercana?
- ¿Es negativo utilizar expresiones hechas?
- ¿Qué pueden descubrir los reclutadores según el lenguaje que utilice en mi CV?
Lo que las palabras dicen de ti: una cuestión de estilo
El lenguaje es rico y nos permite expresar cualquier situación y sensación si sabemos cómo hacerlo.
Por eso decimos que el lenguaje tiene múltiples funciones, entre ellas:
- Una función referencial y representativa, cuando queremos dar información concreta y descriptiva, sin interpretaciones.
- Una función simbólica, a la hora de presentar emociones y sentimientos.
- Una función apelativa, cuando esperamos que nuestras palabras tengan una reacción de quien nos lee o nos escucha.
- Una función relacional, si nuestra intención es que lo que decimos nos ayude a conocer mejor el entono que nos rodea.
- Y una función estética, la que se suele utilizar en la literatura y la poesía.
¿Qué tipo de función del lenguaje debemos explotar?
Depende de cada caso, pero lo habitual, de forma genérica y siempre recomendable, es utilizar la primera, la más informativa, porque nos permite presentar de manera objetiva y clara los datos precisos, verídicos y contrastables de un currículum.
Únicamente en algunas profesiones de carácter creativo (como puede ser la publicidad o el diseño gráfico) puede aconsejarse sacar partido a otras funciones del lenguaje (la apelativa e incluso la estética).
En estos casos, es cada vez más habitual que los candidatos (periodistas, redactores, community manager, creativos, fotógrafos, etc.) apuesten por incorporar los principios del storytelling a su currículum.
¿Su objetivo?
Conectar con el receptor de manera emocional. Piensa que los reclutadores leen cientos de currículums cada día, y que únicamente recuerdan aquellos que realmente les han llamado la atención.
Así que construir una buena historia alrededor de nuestra biografía y experiencia profesional puede ser interesante cuando el contexto lo permite.
Para los demás, e independientemente del sector profesional, recuerda que el nivel de lenguaje de una persona suele utilizarse como indicativo de su formación y cultura. Así que, como carta de presentación profesional, en el currículum debemos intentar huir del lenguaje coloquial (e incluso vulgar) porque su uso podría interpretarse como sinónimo de escasa cualificación, bajo nivel educativo o falta de profesionalidad.
Otra cuestión a tener en cuenta son las frases hechas.
¿Debo o no debo usarlas?
Es cierto que existen frases “objetivo” que se repiten prácticamente en todos los currículums. No están “restringidas” e incluso se recomiendan en algunos casos. Pero siempre deberás adaptarlas a tu situación.
Si no tienes mucha experiencia, puedes emplear alguna de ellas como presentación y como despedida, aunque recuerda que no utilizar recursos originales restará impacto a tu currículum.
Dicho de otra forma: no destacará, será uno más.
10 reglas básicas para redactar tu currículum
A continuación, hemos recopilado algunas normas básicas para redactar un currículum.
Algunas hacen referencia al lenguaje y otras a los elementos tipográficos que pueden ayudarte a mejorar y destacar su contenido.
- Se recomienda que un currículum no sobrepase las dos páginas.
- Selecciona la información más importante y utiliza un lenguaje claro, preciso y concreto para presentarla.
- Evita contenido que no aporte información relevante sobre ti o que sea muy genérico, y no repitas datos.
- Céntrate en exponer las habilidades y competencias personales que has ido desarrollando a lo largo de tu carrera profesional y que estén relacionadas con el puesto de trabajo al que optas.
- Ofrece un lenguaje uniforme y cuidado.
- No cometas faltas de ortografía. Hacerlo puede dar una imagen negativa.
- No utilices abreviaturas.
- Utiliza sinónimos y evita muletillas o expresiones repetitivas.
- Descarta aquellas palabras o expresiones con connotaciones negativas.
- Salvo que sea un requisito expreso de la empresa, nunca redactes tu currículum a mano. Imprímelo solo por una cara. Respeta los márgenes, deja espacio entre los párrafos, emplea un tamaño y un tipo de letra estándar, y aprovecha negritas y cursivas para destacar información y añadir títulos y subtítulos.
Sí sigues estos consejos, estarás más cerca de redactar el currículum perfecto.
En este artículo además descubrirás cómo conseguir que los reclutadores se fijen en tu currículum.
Y recuerda que sencillez, brevedad y concisión siempre serán tus aliadas para conseguirlo.