Pese a las nuevas tecnologías y a la automatización de muchos procesos, la entrevista personal sigue siendo una herramienta fundamental en la selección de personal. Y es que este método, aunque subjetivo, es el más útil para saber si el perfil de un candidato se ajusta a las funciones del puesto vacante y a la filosofía de la organización.
¿Qué buscan los reclutadores en una entrevista de trabajo?
Durante la entrevista los reclutadores esperan confirmar que el candidato/a:
- Cumple con los requisitos mínimos expuestos en la oferta (formación, idiomas, etc.).
- Tiene experiencia en el sector o en puestos similares.
- No está sobrecualificado para el trabajo.
- Dispone de competencias y habilidades básicas para cubrir la vacante.
La dinámica y las diferentes preguntas en una entrevista de trabajo también permiten detectar otras cuestiones que, aunque no aparecen en el currículum, determinan la integración de un candidato en la empresa. Algunas son:
- Si es afín a la cultura de la empresa (organización del trabajo, normativa interna, flexiblidad horaria, autonomía, capacidad de trabajo en equipo, etc.).
- Cuál es su actitud respecto a esta nueva oportunidad laboral (motivación, predisposición para asumir responsabilidades, etc.).
- Cuáles son sus objetivos a medio y largo plazo, y si están alineados con los de la organización (ascensos, formación, etc.)
- Si el salario y el resto de condiciones laborales son adecuadas a sus expectativas.
Preguntas en una entrevista de trabajo: algunos ejemplos
Según el sector, el tipo de empresa o la responsabilidad del puesto la entrevista de trabajo tendrá un ritmo diferente y abordará algunas cuestiones con mayor o menor profundidad. Aún así, hay preguntas en una entrevista de trabajo estándar para todos los candidatos.
1- ¿Cómo te definirías?
Casi todas las entrevistas de trabajo comienzan así. Y aunque se trate de una cuestión genérica, puede condicionar el rumbo de la entrevista. Con esta pregunta el reclutador quiere tener una primera impresión sobre el perfil del candidato y sobre su capacidad para ocupar el puesto. Como consejo, intenta no recitar tu CV y céntrate a resaltar aspectos de tu formación o experiencia relevantes. Puedes compartir intereses o experiencias vinculadas al trabajo, pero sin indagar en cuestiones demasiado personales.
2- ¿En qué has trabajado antes? ¿Cuál es tu experiencia?
Esta pregunta también es habitual. Como tu experiencia ya está en el CV, lo importante es aportar información que puedan dar valor real a tu candidatura diferenciándote (trabajos relacionados, estancias en el extranjero, becas, formación adicional, etc.).
3- ¿Cuáles son tus puntos fuertes/débiles?
Esta pregunta revela rasgos de la personalidad del candidato. Lo ideal es no buscar términos absolutos (perfeccionismo, impaciencia, constancia, etc.) y apostar por adjetivos que inspiren posibilidad de cambio y adaptación.
4- ¿Cuál ha sido tu logro profesional más importante hasta ahora?
Ante esta pregunta los candidatos pueden tener la tentación de enumerar méritos para aumentar sus opciones. Sin embargo, hacerlo puede ser un error grave. Nuestro consejo es que utilices esta pregunta para valorar situaciones cotidianas en las que tu participación resultó definitiva. Por ejemplo, puedes hablar de una situación estresante o complicada y de cómo contribuiste a su resolución, o de los efectos positivos que una decisión tuya tuvo para la empresa, tus compañeros y tu carrera profesional.
5- ¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
Conocer los motivos por los que una persona deja un trabajo es un reflejo de sus aspiraciones, así que los entrevistadores aprovecharán esta pregunta para encontrar “puntos conflictivos». Responde de manera directa, centrándote en las ventajas de apostar por un nuevo reto profesional.
6- ¿Cómo era la relación con tu último jefe o con tus compañeros?
Al igual que en el caso anterior, la respuesta a esta pregunta revela la capacidad de trabajar en equipo o la visión de la jerarquía empresarial de un candidato. La experiencia de cada persona con sus superiores es diferente, pero debes intentar decir siempre algo positivo, aquello que aprendiste o lo que te aportó trabajar con esas personas a nivel profesional.
7- ¿Cuáles son tus expectativas salariales?
No debes dejar que este aspecto centre mucho tiempo de la entrevista, ya que la respuesta puede condicionar tu continuidad en el proceso de selección. Es posible abordar esta pregunta de varias maneras: dar una respuesta estándar (según convenio, podemos negociarlo, etc.), apostar por un rango amplio (por ejemplo, entre 15.000 y 18.000 € anuales) o decir algo más de lo que piensas que te van a ofrecer para tener cierto margen de negociación.
8- ¿Por qué quieres este trabajo?
Con esta pregunta puedes demostrar tus conocimientos sobre la empresa y sobre el trabajo al que aspiras. Si has investigado un poco, destaca aspectos específicos relacionados con el puesto concreto. También conviene hablar sobre la filosofía de la compañía y sobre cómo encaja en tu visión del mundo.
9- ¿Qué puedes aportar a la empresa?
Un cuestión clave para valorar la integración del candidato. No es preciso enumerar una lista de habilidades. De hecho, es mucho más útil hablar de experiencias y situaciones comunes (aumentar la ventas, mejorar la satisfacción de los clientes, etc.) con las que aportes algo diferente.
10- ¿Cuáles son tus metas?
Esta pregunta sirve para valorar tu compromiso con la empresa y si te marcharás cuando surja una oportunidad mejor. Tu respuesta debe centrarse en tus aspiraciones actuales pero también en la posibilidad de conseguir nuevas metas a largo plazo en el contexto de la organización (planes de formación, ascensos internos, traslados a otras sedes, etc.)
Si sigues estos consejos y preparas algunas de las preguntas de una entrevista de trabajo tendrás más probabilidades de conseguir ese puesto que tanto deseas. La clave es mostrarte tranquilo, sincero y, sobre todo, con disposición a integrarte en la empresa.